Las farmacéuticas más innovadoras de la actualidad se han visto afectadas de un modo u otro por el movimiento big data. Los datos son ahora una moneda de cambio que algunas de las mayores empresas están convirtiendo en una mercancía.

Uno de los mejores ejemplos es Facebook, una empresa que utiliza los datos de las redes sociales para dirigir anuncios más inteligentes basados en los datos demográficos y de preferencias que la plataforma recopila a partir de los comportamientos en línea de las personas.

Las compañías farmacéuticas también están comenzando a sumergirse en los datos, especialmente cuando analizan estrategias para obtener más productos y llegar a las audiencias adecuadas sin los costosos presupuestos de investigación de mercados. Las implicaciones de los macrodatos están ayudando a las empresas, tanto grandes como pequeñas, a tomar decisiones más inteligentes basadas en los números. Y por muy prometedor que sea el big data, apenas estamos rascando la superficie. Las empresas solo analizan 12% de datos de media. A medida que interpretamos más datos disponibles, aprendemos cómo administrar mejor las industrias y las empresas individuales.